Pasar la Navidad en Graz – Austria

Maravillosos días de visita en Austria en tiempo de Paz y Navidad

Austria es un país hermoso y sorprendente. En primavera sus campos son de un esplendoroso verde que con el cálido clima se conservan muy bien por un largo tiempo, mientras que en invierno sus Alpes se cubren de nieve brindando una vista maravillosa, sobre todo para personas, que como yo, vivió toda su vida en lugares donde la nieve solo se veía en los programas de televisión, en las películas o solo en sueños.

Mi estadía en Austria fue principalmente en la ciudad de Graz donde me alojé con unas personas realmente extraordinarias, ellos me trataron como parte de su familia haciendo mi estancia realmente agradable. Me quede admirada con su cultura y costumbres, y lo mejor fue que todos hablaban ingles, porque las veces que hablaban alemán me sentía medio perdida, yo solo había aprendido lo básico de ese idioma. Graz es la segunda ciudad más grande de Austria, y esta llena de estudiantes de todas partes del mundo, ahí encontré muchos latinoamericanos que llegaron para estudiar en alguno de los colegios locales.

Antes que comenzara el invierno, realice una visita turística a la ciudad, y me di cuenta que hay muchos aspectos que cobran protagonismo. Uno de ellos es la arquitectura. El casco antiguo fue declarado patrimonio de la humanidad hace algunos años. Y si se ha conservado bien es, en gran medida, gracias al empuje de la llamada Grazer Schule (escuela de Graz), creada en la década del 80 y que ha surtido arquitectos como Domenic, Kada o la pareja Szyskowitz-Kowalsky. El monumento histórico que recibe más visitas es el castillo de Schlossberg, este se encuentra en una colina en el medio de la ciudad, así que para llegar ahí se debe subir unas cuantas escaleras estratégicamente ubicadas. De este emblemático castillo, hoy tan sólo queda la Torre del Reloj, que se mantiene en su totalidad y es símbolo tradicional de la ciudad.

Como mi estadía se extendió un poco más de lo esperado, sin planearlo pase las fiestas navideñas ahí. La ciudad se viste de gala para esta ocasión; estrellas, grupos de luces y otros motivos navideños adornan las fachadas e iluminan casas y tejados, ¡Es realmente hermoso! Como en muchas ciudades, también se abren los “Mercadillos de Navidad” donde se venden muchas artesanías navideñas y regalos. Una tradición prenavideña es la asistencia a funciones musicales de Adviento en la Opera de Graz, usualmente en estas funciones se presentan obras literarias, y cantos navideños.

Lo que más me gusto fue la unión familiar que existe en estas fiestas, en la casa donde me aloje llegaron todos los familiares cercanos a pasar la Noche Buena. Todos, grandes y chicos, cantaban tradicionales villancicos, el más ovacionado era “Noche de Paz” por ser originario de Oberndorf, un pueblo cerca de Salzburgo. El día de Navidad los niños jugaban alegremente en el jardín mientras los demás compartían historias y experiencias pasadas en todo el año. Otra tradición ahí es entregar un regalo a cada miembro de la familia, todos estos son colocados al pie del inmenso árbol Navideño adornado con luces y bolas de colores. Los más ilusionados, los niños, eran los primeros en abrirlos iluminando sus rostros con una sonrisa cada vez que rompían el papel de regalo.

Días antes de mi partida, fuimos a esquiar. Como se imaginarán, yo era una neófita en esta actividad. Felizmente, todos me ayudaron y me prestaron el instrumental necesario para por lo menos intentar dar algunos pasos en la nieve. Me caí un par de veces, hasta ahora siento el golpe, pero poco a poco fui tomando confianza y comencé a dar unos pasos sola. Lo más importante de este viaje, además de las experiencias vividas, fue los buenos amigos que hice, personas que realmente admiro mucho y que nunca podré olvidar

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